Documento redactado el 02.07.41 desde el Cuartel General del AOK 6 donde se informa sobre las experiencias realizadas en el todavía joven Frente del Este por los batallones de morteros pesados (21 cm) equipados con el carro de combate francés R35 en función de remolcador.

Notas:
Los carros de combate franceses empleados como remolcadores en batallones de la artillería pesada alemana no disponían de torreta (estas serían empleadas por separado en posiciones defensivas estáticas). En Febrero de 1941 el número de Renault R35 modificados como remolcadores para la artillería alcanzaría las 250 unidades, hasta mediados de 1942 esta cifra superaría las 500 unidades.

Aquí puede leerse un informe sobre las experiencias realizadas por una compañía cazacarros en el Frente del Este con el 4.7 cm PaK(t) (Sfl.) sobre chásis de Pz.Kpfw.35 R 731(f).

A.H.Qu., 02.07.1941

 






Operaciones del carro de combate Renault (9 toneladas, 90 caballos) como remolcador



Durante la creación de los parcialmente móviles batallones de morteros en Jüteborg se sugerió que los batallones serían transportados por ferrocarríl hasta practicamente sus posiciones de fuego y que para superar el restante corto trayecto los carros de combate Renault serían suficientes. Las pruebas en su momento se realizaron sobre el suelo arenoso de Jüteborg, las experiencias que aquí hemos reunido se han realizado sobre el pesado suelo arcilloso de Ucrania. Bajo las condiciones del suelo y el inusual calor el Renault no ha cumplido con las expectativas; ha dado todo de sí pero finalmente uno tras otro ha causado baja por averías. Desde un primer momento el empleo sobre estas carreteras de camiones para el transporte de cargas tan pesadas tuvo que ser descartado pues de lo contrario tambien se hubieran perdido estos vehículos.


Motivos de las bajas:

Debido a que un determinado tipo de averías se ha sufrido en todos los carros de combate, otro tipo de averías en un gran número de ellos, pueden descartarse errores de empleo ó de mantenimiento por parte de los conductores ó del personal técnico.

El principal problema es que, como remolcador, no puede reclamarse del carro de combate una potencia constante. Se ha constatado que circulando a una velocidad de marcha de 10 Km/h con una carga a remolque (afuste de 12 toneladas ó bien transportador del tubo de 10,7 toneladas) tras aproximadamente 8 Km debe realizarse una pausa pues tras este trayecto el líquido de refrigeración del motor alcanza temperaturas demasiado altas. Durante esta pausa puede abrirse la puerta situada en el interior del carro de combate así como la compuerta trasera para evacuar el calor del compartimento del motor y permitir la entrada de aire frío. El aceite de los engranajes de dirección alcanza temperaturas tan altas que la presión aumenta de tal modo que el aceite rompe las aletas del radiador y el aceite se mezcla con el agua.

El viscoso suelo arcilloso provoca un alto número de averías en el sistema de rodadura del carro de combate. Así p.e. el barro arcilloso se acumula lateralmente entre la rueda guía y la cadena. Este barro no se desprende, se acumula y con el tiempo la capa de barro acumulada levanta la cadena, la tensión de la cadena aumenta de tal modo que el semieje de la rueda guía se dobla. Al actuar la dirección el blando suelo ejerce una resistencia muy elevada sobre la cadena (que sobre suelo duro ha funcionado correctamente) así como sobre el engranaje de dirección provocando la rotura de los semiejes del engranaje de dirección del carro de combate.

En todos los carros de combate tras un corto periódo de tiempo se ha constatado un excepcional estiramiento de las cadenas.

Los 6 tornillos (1/2) con los que se fija el dispositivo para remolque del carro de combate no soportan la carga de tensión de la carga remolcada. En muchos carros de combate al iniciar la marcha estos tornillos han sido arrancados.

Se ha podido tambien constatar que al marchar con carga a remolque los tornillos del cardán se aflojan. Debido a la sobrecarga las bandas de goma de muchas ruedas empiezan a soltarse.

Gran desgaste de las correas de los ventiladores, probablemente provocado por las altas temperaturas. Debido obviamente tambien a las muy altas temperaturas en varios carros de combate las mangueras metálicas de los tubos de escape se han quemado.

En la gran mayoría de los carros de combate además se ha podido constatar: atascamiento de los anillos de los pistones, daños en las pistas de los pistones, vuelco de los pistones provocado por demasiado juego (2 - 3 mm), cocción de los suelos de los pistones, pérdida de los pasadores de los pistones y consecuente gran pérdida de aceite.


Reparación:

Las escuadras de mantenimiento de los batallones no están capacitadas para reparar los carros de combate pues estas no disponen de los medios necesarios (grúas de elevación, etc.). Estas reparaciones unicamente podrían llevarse a cabo en un taller de vehículos acorazados y requerirían de un periódo de reparación de 14 días, incluso si se trabajara simultaneamente en todos los vehículos, sin tener en cuenta la imposibilidad de conseguir tan rapidamente los necesarios recambios. Las escuadras Renault tendrían entonces nuevos motores ó nuevos pistones. Pero con estos motores no pueden remolcarse cargas pesadas: en la práctica el estado actual de los vehículos no habría variado.


Recambios:

Debido a la no disponibilidad en el momento de su creación no se equipó a los batallones con los recambios más fundamentales. En las escuadras de recambios ó bien en los parques automovilísticos de las armadas responsables de estos batallones no se dispone de recambios para estos carros de combate franceses.

En el este no existe ningún almacén de recambios para carros de combate franceses. A los batallones se les indica Gien (Loire). Esta no es la solución pues la distancia es demasiado grande y además no puede confirmarse que ahí estos recambios se encuentren disponibles. La simple rotura de una correa del ventilador supone la baja del carro de combate. La avería de una sola pieza supone en cualquier caso la pérdida de un remolcador por un largo periódo de tiempo.

Es imposible conseguir medios de remolque apropiados en base a material capturado pues los medios existentes son demasiado ligeros para el remolque de cargas pesadas y a los medios de remolque pesados que hemos encontrado les han sido extraidos los carburadores y otros importantes componentes. Camiones para el transporte de cargas pesadas no han sido capturados.


Conclusión:

Los batallones se encuentran perfectamente equipados con personal y equipo de artillería. Debido a la equipación con los carros de combate Renault es en el avance totalmente imposible mantener la conexión con las partes adelantadas de la tropa; debido a su inmovilidad los batallones se quedan tirados. Es urgentemente necesario equipar a los batallones con medios de remolque alemanes y un convoy de munición.